Discipulado Nivel 03: Conociendo nuestra declaración de fe.
Lección 11:
Artículo doctrinal 10. Creemos: Que la evidencia inicial para saber que una persona redimida por la sangre de Cristo ha sido bautizada con El Espíritu Santo es el hablar en otras lenguas dirigida por el Espíritu Santo.
En el libro de los Hechos hay una experiencia común asociada con el descenso del Espíritu Santo sobre las personas: hablar en lenguas desconocidas para los recipientes.
Los tres pasajes bíblicos nos narran tres sucesos distintos que tomaron lugar en tres lugares y fechas distintas: Hechos 2:4 nos relata el evento de pentecostés, que tomó lugar en Jerusalén en el año 30 d.C.; Hechos 10:46 nos relata el evento que tomó lugar en Cesárea en el año 35 d.C.; y Hechos 19:6 nos relata lo que sucedió en Éfeso en el año 53 d.C., aproximadamente.
El Nuevo Testamento nos dice acerca del don de lenguas.
1. Definición de términos.
El término “lengua” es la traducción de la palabra griega glossa la cual se usa en el Nuevo Testamento con tres significados distintos:
a) Como un órgano para hablar.
b) Como un idioma humano.
c) Como algo que se expresa espontánea y milagrosamente bajo el impulso del Espíritu Santo.
Como un don sobrenatural producido por el Espíritu Santo ocurre en el Nuevo Testamento con varios calificadores, por ejemplo:
a) Nuevas lenguas.
b) Lenguas como de fuego.
c) Otras lenguas.
d) Diversos géneros de lenguas”
2. Hablar en lenguas es el resultado del descenso del Espíritu Santo sobre los creyentes.
Por lo menos tres veces se asocian las lenguas carismáticas con el descenso del Espíritu Santo sobre las personas:
a) En el día de pentecostés, en Jerusalén (30 d.C.).
b) En la casa de Cornelio, en Cesarea (35 d.C. ).
c) En la ciudad de Éfeso (53 d.C.).
Ya que Lucas, autor del libro de los Hechos, es el que registra estos tres incidentes, es claro que considera el hablar en lenguas como una de las señales significativas del descenso del Espíritu Santo sobre las personas.
Además de estos tres casos, hay muy fuertes posibilidades de que el descenso del Espíritu Santo sobre los samaritanos y el apóstol Pablo fue acompañado con la experiencia carismática de hablar en lenguas.
En el caso del apóstol Pablo, él mismo testifica hablar en lenguas carismáticas las cuales es muy probable que recibió como un don cuando Ananías oró por él para que recibiese el Espíritu Santo.
3. Hablar en lenguas es una forma de adorar a Dios
Hay una relación muy estrecha entre las lenguas que acompañan la venida del Espíritu y el desborde de alabanzas a Dios.
En el día de pentecostés, los judíos de la dispersión dijeron.
4. Hablar en lenguas es una forma de edificación personal.
El que habla en lengua extraña es una forma de edificación personal porque pone a la persona en comunión directa con Dios en actos de adoración y alabanza.
Este tipo de oración y alabanza espiritual que caracteriza el hablar en lenguas es a lo que se refiere en los siguientes pasajes bíblicos.
Orar con el Espíritu y cantar con el Espíritu es una acción generada directamente por el Espíritu Santo.
Por lo tanto, las posibilidades son que existe una forma doble de hablar en lenguas, esto es, por medio de la oración y por medio del canto.
Zacarías, por ejemplo, fue lleno del Espíritu Santo y compuso un canto que Lucas llama “profecía”.
Los hijos de Asaf, que eran cantores en la casa de Dios, profetizaban con liras, harpas y címbalos, dando gracias y alabanzas al Señor.
Por la evidencia del Nuevo Testamento, entonces, hablar en lenguas es: un idioma sobrenatural que, de acuerdo a San Marcos Jesús prometió a los que creyesen.
Hablar en lenguas es una evidencia inicial del descenso del Espíritu Santo sobre los creyentes.
Hablar en lenguas es una alabanza espontánea a Dios; un don divino; una forma de edificación personal y en ocasiones una profecía.