Discipulado Nivel 03: Conociendo nuestra declaración de fe.
Lección 12:
Artículo doctrinal 11. Creemos: Que toda persona que ha aceptado a Jesucristo como su Salvador y Señor personal debe de Bautizarse en agua por inmersión en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Además de la Cena del Señor, la iglesia tiene otra ordenanza, y es, el bautismo en agua.
1. El bautismo en agua es una práctica instituida para la iglesia por nuestro Señor Jesucristo.
El bautismo en agua es una práctica que desde el principio mismo de la iglesia cristiana fue entendida haber sido instituida para la iglesia cristiana por nuestro Señor Jesucristo.
Es verdad que antes de Cristo se practicaba el bautismo entre grupos religiosos judíos como los esenios, y es verdad, también, que Juan el Bautista practicaba el bautismo en agua de arrepentimiento, pero el bautismo cristiano no debe ser identificado con ninguno de estos mencionados.
Por ejemplo, el apóstol Pablo se encontró con ciertos discípulos en Efeso a los cuales, entre otras cosas preguntó: “¿En qué, pues, fuisteis bautizados?” A lo cual ellos respondieron: “En el bautismo de Juan”.
En Hechos 19:5 se nos informa lo siguiente: “Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús”.
De manera que el bautismo practicado por Juan no era una alternativa al bautismo instituido por Cristo.
La persuasión de la iglesia primitiva de que el bautismo en agua, como una práctica cristiana, fue instituido por Cristo fue en respuesta a lo que la iglesia primitiva creyó fue la gran comisión que Cristo dio a su iglesia, de acuerdo a como se registra en dos fuentes diferentes:
La urgente demanda de la iglesia primitiva a los nuevos convertidos de que se bautizaran indica que al practicar el bautismo creían estar cumpliendo un mandamiento dado por Cristo.
De acuerdo a San Lucas, el discurso de Pedro a los judíos de la dispersión en el día de pentecostés, contuvo el imperativo del bautismo en agua.
El denuedo con el cual Pedro exhortó a la multitud a que se bautizaran, sugiere que la gran comisión de Cristo, dada aproximadamente diez días antes, estaba vívidamente impresa en su mente.
Según la gran comisión, los que creyesen deberían ser bautizados.
Los que recibieron el mensaje de Pedro en el día de pentecostés, respondieron bautizándose.
Cuando los samaritanos creyeron lo que Felipe predicaba respecto al evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, tanto hombres como mujeres respondieron con el bautismo.
El etíope creyó en Cristo como el Hijo de Dios y expresó su fe por medio del bautismo.
Lo mismo hizo Saulo. (El apóstol Pablo).
Los gentiles en casa de Cornelio respondieron con el bautismo.
Lidia respondió con el bautismo.
El carcelero de Filipos respondió con el bautismo.
Los doce efesios respondieron con el bautismo.
Esta doble respuesta al evangelio, entonces, indica que en la iglesia primitiva el bautismo en agua era administrado siguiendo el patrón de Mateo 28:19 y Marcos 16:16, el cual, para ellos, contenía la comisión dada por Cristo.
2. El significado del bautismo en agua.
El bautismo en agua es un acto simbólico que proclama verdades espirituales de la experiencia cristiana.
Es un acto exterior de la respuesta afirmativa a la fe cristiana, simbolizando el rendimiento interior de la voluntad a Cristo.
En el Nuevo Testamento el bautismo en agua se asocia íntimamente, literal o simbólicamente, con: la aprobación que el entendimiento da al contenido del evangelio; la aceptación voluntaria y consciente del mensaje de Dios.
El significado del bautismo en agua también es el rendimiento del yo al señorío de Dios.
El significado del bautismo en agua también es el lavamiento de los pecados; el nuevo nacimiento según las siguientes citas bíblicas.
El significado del bautismo en agua también es la unión mística con Cristo en su muerte y resurrección.
El significado del bautismo en agua también es para identificarse con Cristo mediante el bautismo.
En este texto de 1 Pedro 3:21 no es la ceremonia en sí la que nos salva, sino la fe en la muerte y resurrección de Cristo.
El bautismo es el símbolo de la transformación que tiene lugar en el corazón de los que creen.
Al identificarse con Cristo mediante el bautismo, los lectores de Pedro nunca podrían volver atrás, aun en medio de la presión de la persecución.
El bautismo público los protegería de la tentación de renunciar a su fe.
El significado del bautismo en agua también es la filiación divina dada al creyente por medio de la fe en Cristo y la incorporación del creyente a la comunidad de fe.
A la luz de estos pasajes y otros más, se puede afirmar que el bautismo en agua es una señal y una confirmación de la incorporación del creyente en Cristo, de su conversión, de su muerte al mundo y al pecado, del lavamiento de sus pecados, de su resurrección a nueva vida, del rendimiento de su voluntad a la voluntad de Dios, y del pacto que hace de servir a Dios todos los días de su vida.
3. El método del bautismo en agua
El verbo “bautizar” viene del griego baptizo que significa “sumergir”, “introducir totalmente dentro de un líquido.” Aunque en el griego clásico algunas veces baptizo y otro verbo de la misma familia, bapto, significan “limpiar”, “lavar”, y “limpiar con agua”, sin embargo, su significado más común es “sumergir”.
Por lo tanto, en el Nuevo Testamento el bautismo es una inmersión en agua la cual representa morir a la vida de pecado.
Este simbolismo del bautismo en agua como una muerte y resurrección se encuentra en:
En este texto el apóstol Pablo habla del bautismo como una unión espiritual con Cristo, una muerte con él al pecado y una resurrección con él a una nueva vida, en la cual el pecado no tiene más dominio.
Aquí hay una descripción clara de la forma del bautismo por inmersión, que para la iglesia primitiva representaba muerte y sepultura.
En la epístola a los Colosenses, el bautismo es presentado como la tumba del viejo hombre y como el nacimiento del nuevo.
Simbólicamente, cuando el creyente desciende bajo las aguas, sepulta ahí todos sus viejos afectos y pecados pasados; al emerger, proclama su nueva vida en Cristo Jesús.
1 Corintios 10:1-4 presenta al bautismo como una inmersión, es: Así como en los versículos tres al cuatro, la comida y la bebida sobrenatural que el pueblo comió y bebió en el desierto simbolizan el rito cristiano de la Cena del Señor, el haber cruzado las aguas bajo la nube simboliza el bautismo en agua.
La figura de estar “bajo la nube” “en el mar”, más el uso del verbo “bautizar” (que como ya vimos significa “sumergir”) claramente sugiere que el apóstol tuvo en mente una forma de sepultura espiritual por medio de la cual los israelitas rompieron con su pasado a fin de empezar su jornada como una nueva nación.
En este caso el único método bautismal que se ajusta a la alegoría es el de inmersión.
Si el bautismo representa la unión mística del creyente con Cristo en su muerte y resurrección; si el creyente es uno que ha muerto al pecado por haber sido crucificado con Cristo y resucitado con él para andar en novedad de vida, entonces el bautismo no sólo proclama la muerte y resurrección del creyente sino también la de Cristo.
La idea es que fuera de la muerte y resurrección de Cristo no hay salvación: el creyente no puede ni morir al pecado ni resucitar a novedad de vida.
Es importante señalar que tanto la cena del Señor como el bautismo en agua ilustran gráficamente la muerte redentora de Cristo.
Así como en la cena del Señor la muerte de Cristo es proclamada con el pan y el vino de la misma manera en el bautismo, su muerte y resurrección son ilustradas por la sumersión y emersión de la persona que se bautiza.
1. Los requisitos del bautismo en agua.
La práctica consistente en el Nuevo Testamento es que el bautismo era administrado únicamente en respuesta a una aceptación racional del evangelio.
Los que fueron bautizados, primeramente, estuvieron en contacto con la predicación de la palabra de Dios a la cual dieron una consciente y voluntaria aprobación.
Por lo tanto, el bautismo es asociado con: el arrepentimiento y la confesión de pecados, con la disposición de vivir una vida diferente.
El bautismo es asociado con El acto de creer.
El bautismo es asociado con la aceptación de la palabra de Dios.
El bautismo es asociado con la aceptación de Cristo como el Hijo de Dios
El bautismo es asociado con la aceptación la apertura del corazón para escuchar atentamente lo que se predica acerca de Cristo.
Por lo tanto, la evidencia abrumadora es que en el Nuevo Testamento el bautismo era administrado únicamente a adultos que entendían el acto salvador de Dios en Cristo Jesús, que se arrepentían de sus pecados, aceptaban a Cristo como Salvador personal y decidían unirse a la comunidad cristiana con la expectación de participar en la segunda venida de Cristo.
No encontramos ningún caso en el Nuevo Testamento de niños que hayan sido bautizados.
En todos los casos que se registran de personas bautizadas, el imperativo de creer y arrepentirse tomaba lugar antes del rito. Esto, siguiendo la gran comisión dada por Cristo.
El ejemplo clásico en la Biblia de que el bautismo es para adultos lo encontramos en nuestro Señor Jesucristo.
El bautismo no es con el fin de que la persona sea salva, sino porque ya ha sido salva.
Es verdad que el Señor Jesucristo dijo:
“ser bautizado” aquí significa la disposición de acompañar la fe con la obediencia.
En otras palabras, la fe debe de expresarse por medio de la obediencia, y el bautismo en agua es el principio de un estilo de vida sujeto a los principios divinos.
Equivale a lo que en otro lugar Cristo dijo:
Negarse uno a sí mismo viene siendo el acto de creer, de arrepentirse y convertirse; pero el tomar la cruz cada día y seguir a Cristo, viene siendo la obediencia que se rinde a Cristo.
Hay iglesias que enseñan que la persona no es salva hasta que se bautiza.
No es esta la enseñanza de la Palabra de Dios.
El ladrón arrepentido junto a Cristo en la cruz escuchó de Cristo las siguientes palabras:
Esta promesa de Cristo fue en respuesta a la petición del ladrón:
La petición del ladrón fue su declaración de fe: con sus palabras reconocía que Cristo era el Mesías prometido; las palabras de Cristo eran la seguridad de la salvación del ladrón.
En ningún momento se hizo referencia a la necesidad del bautismo en agua para que la salvación se hiciese efectiva.
2. La fórmula del bautismo.
La gran comisión de Mateo 28:19 contiene la fórmula del bautismo.
A pesar de las fórmulas cortas que se usan en el libro de los Hechos (2:38; 8:16; 10:48; 19:5), y las explicaciones que a ellas son dadas, es evidente que desde el período patrístico en adelante la iglesia entendió Mateo 28:19 como la fórmula bautismal dada por Cristo, la cual era la que se tenía que usar.
La frase “bautizándolos en el nombre de” ha sido un tema de mucha controversia por causa de la preposición griega eis (en). La idea no es “bautizándolos bajo la autoridad de”, sino “bautizándolos dentro de la comunión y confraternidad de”.
Esto significa que ser bautizado en el nombre del Padre o “dentro” del Padre, uno, pública y voluntariamente se introduce a su sistema de gobierno espiritual, que uno se compromete a estar dentro de sus leyes y principios, que uno se convierte en propiedad exclusiva suya.
Ser bautizado en el Hijo es recibirlo como Salvador y Señor, que uno acepta incondicionalmente su señorío.
Ser bautizado en el Espíritu Santo es recibirlo como el Consolador.
Por lo tanto, la fórmula trinitaria del bautismo en agua es no sólo un mero reconocimiento de las tres personas divinas bajo cuya autoridad el rito es administrado, sino el objetivo dinámico de la fe cristiana: una experiencia personal con la plenitud divina, una participación de la gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios (el Padre), y de la comunión con el Espíritu Santo.
Como se ha podido ver, el bautismo en agua es:
1) Una práctica instituida por nuestro Señor Jesucristo;
2) Un símbolo exterior de la respuesta afirmativa al evangelio, simbolizando el rendimiento de la voluntad a Cristo;
3) El método es inmersión;
4) El requisito es la conversión, y
5)La fórmula es en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
Otra manera de resumir lo que se ha considerado hasta ahora acerca del bautismo en agua, sería la siguiente: el bautismo en agua es:
a) Una ordenanza dada por el mismo Señor:
b) Una práctica importante de la iglesia primitiva de personas convertidas recibía el bautismo:
• Los samaritanos bajo el ministerio de Felipe.
• El etíope eunuco.
• Saulo de Tarso.
• Los que se convirtieron en casa de Cornelio.
• Lidia en Filipos.
• El carcelero de Filipos y su familia.
• Los efesios a quienes Pablo interrogó.
c) Un símbolo de la conversión a Cristo: el bautismo en agua no salva, no perdona pecados: es una exteriorización de una experiencia interna.
d) Un símbolo de un pacto con Dios: así como los novios que llegan al altar para unir sus vidas se prometen fidelidad para siempre y unen sus vidas hasta que la muerte los separe, la persona que se bautiza le está prometiendo al Señor fidelidad durante toda su vida.
e) Un símbolo de la integración en la comunidad cristiana, esto es, la iglesia.
f) Un testimonio público de la fe aceptada.
Todos estos casos indican claramente que el bautismo era una práctica importante de la iglesia primitiva.