Para ganar una carrera se necesita propósito y disciplina.
Pablo usó esta ilustración para explicar que la vida cristiana demanda arduo trabajo, autonegación y preparación seria.
Como cristianos, corremos a fin de obtener nuestra recompensa celestial.
La disciplina esencial de la oración, el estudio bíblico y la adoración nos equipa para correr con vigor. No observe simplemente desde las graderías, ni tampoco trote un breve trecho cada mañana. Entrénese con diligencia, su progreso espiritual depende de usted.
Los atletas que violan los reglamentos son eliminados:
Los ejemplos de Pablo ilustran la necesidad de la autodisciplina y el peligro de hacer ostentación de las libertades que nos pertenecen.
Los creyentes deben negarse a sí mismos y practicar el autocontrol, aun en aquellas cuestiones que son moralmente indiferentes.
La primera persona a la que tienes que dirigir eres tú mismo
La primera y gran victoria es conquistarse uno mismo.
—Platón, filósofo.
Un hombre sin decisión de carácter nunca puede decir que pertenece a sí mismo … Pertenece a cualquiera que pueda cautivarlo.
—John Foster, autor.
J. Oswald Sanders dice en su libro Liderazgo Espiritual, «Los fines espirituales sólo pueden ser alcanzados por hombres espirituales que emplean métodos espirituales».
La autodisciplina.
Sin ella, nadie logra ni mantiene el éxito.
No importa cuán dotado sea un líder, sus dotes nunca alcanzarán su potencial máximo sin la autodisciplina.
Esta sitúa a un líder para llegar hasta el nivel más alto y es una clave para el liderazgo que permanece.
Si quieres llegar a ser un buen líder necesitas ser un líder disciplinado y si sigues las siguientes instrucciones te ayudara a ello:
1. Desarrolla y cumple tus prioridades.
Cualquiera que hace lo que tiene que hacer solo cuando tiene la disposición o cuando le conviene, no llegará a tener éxito.
Tampoco la gente lo seguirá y lo respetará. Alguien dijo una vez, «Para hacer tareas importantes se necesitan dos cosas: un plan y en realidad no demasiado tiempo».
Si puedes determinar lo que es realmente una prioridad y liberarte de todo lo demás, es mucho más fácil continuar con lo que es importante.
Esa es la esencia de la autodisciplina.
2. Que tus metas se conviertan en un estilo de vida.
Tienes que entender que, para tener éxito, la autodisciplina no puede ser asunto de un día. Tiene que convertirse en un estilo de vida.
Una de las mejores formas de auto disciplinarse es desarrollar sistemas y rutinas, especialmente en áreas cruciales para tu éxito y crecimiento a largo plazo.
- Adorar a Dios.
- Leer la Biblia
- Asistir a la iglesia
- Servirle
3. Eliminar cualquier tendencia a dar excusas.
Para desarrollar un estilo de vida disciplinada, una de las primeras tareas tiene que ser objetar y eliminar cualquier tendencia a dar excusas.
Como dijo el escritor clásico francés Francois La Rochefoucauld, «Casi todas nuestras faltas son más perdonables que los métodos que elaboramos para ocultarlas».
Si tienes varias razones por las que no puedes ser auto disciplinado, entiende que realmente son solo un montón de excusas: todas las cuales necesitan ser cuestionadas si quieres llegar al próximo nivel como líder.
4. Elimina las recompensas hasta que esté hecho el trabajo.
El autor Mike Delaney sabiamente expresó, «Cualquier negocio o industria que reconozca por igual a sus trabajadores indolentes y desinteresados que a los esforzados y empeñosos, tarde o temprano se encontrará que tiene más trabajadores indolentes que empeñosos».
Esto también se puede aplicar a la iglesia «ya que cualquier iglesia, ministerio o célula de crecimiento o estudio bíblico que reconozca por igual a sus miembros y desinteresados que a los esforzados y empeñosos, tarde o temprano se encontrará que tiene más lideres indiferentes y desobligados que empeñosos».
Si careces de autodisciplina, puedes adquirir el hábito de comerte el postre antes de la sopa.
5. Permanece concentrado en los resultados.
Si cada vez te concentras en lo difícil del trabajo en lugar de en los resultados o beneficios, es probable que llegues a desanimarte.
Si te quedas demasiado tiempo en ese punto, desarrollarás autocompasión en vez de autodisciplina.
La próxima vez que tengas que hacer algo y te sientas tentado a buscar el camino más fácil en lugar de pagar el precio, cambia tu enfoque.
Saca la cuenta de los beneficios que obtendrás por hacer lo que es correcto y después lánzate al trabajo.
Reflexionemos
Para el autor H. Jackson Brown hijo, «el talento sin disciplina es como un pulpo en patines. Mucho movimiento pero nunca se sabe si se mueve hacia adelante, hacia atrás o hacia los lados».
Si sabes que tienes talento, y has visto mucho movimiento, pero pocos resultados concretos, puede que carezcas de autodisciplina.
Mira finalmente tu horario semanal.
¿Cuánto de tu tiempo dedicas a actividades regulares, disciplinadas?
¿Haces algo para crecer y mejorar como hijo de Dios?
¿Te comprometes en actividades que promueve la iglesia?
Si has estado dejando de lado esas cosas, diciéndote que las harás más tarde, podrías estar necesitando trabajar en tu autodisciplina.
Un vivero de plantas en Canadá muestra este cartel en la pared: «El mejor tiempo para plantar un árbol es veinticinco años atrás … el segundo mejor tiempo es hoy». Siembra el árbol de la autodisciplina en tu vida hoy.