Antes de que hablemos sobre la bendición disponible a cada diezmador, debemos considerar la excusa más común que Satanás ofrece para que nos rehusemos a diezmar, quizá usted ha escuchado la autoritaria negación que en un esfuerzo por desacreditar esta enseñanza es usada por aquellos que se oponen al diezmo.
Ellos declaran erróneamente:
Que el diezmo fue establecido bajo la ley y que, por esa razón, no tiene ninguna validez para la iglesia del Nuevo Testamento.
Esta doctrina errónea de que el diezmo no es válido se usa repetidamente para confundir a las personas con poca doctrina y en un esfuerzo por santificar al desobediente e infiel.
Dios en su gran sabiduría se anticipó a este error doctrinal y bellamente lo refuto con las Escrituras.
Abraham fue escogido por Dios para establecer en la Biblia esta enseñanza fundamental del diezmo, una de las razones por la que Abraham fue usado como ejemplo fue precisamente para exponer este error de decir que los diezmos solo tuvieron validez bajo la ley.
Jesús uso la función particular de Abraham cuando Él le dijo a los judíos, quienes se sentían orgullosos de ser descendientes de Abraham.
A la mayoría de los cristianos nos encanta saber que nosotros también somos hijos de Abraham y herederos de la promesa.
Con todo, el desafío de Jesús todavía se mantiene vigente nosotros sabemos que una de las cosas que Abraham hizo fue diezmar y la otra fue ofrendar.
Jesús continúa su discusión con los judíos y declaro:
Obviamente Jesús les hablo con simpleza, pero con firmeza el no dejo lugar para malos entendidos con respecto a lo que les estaba diciendo.
Jesús estaba tratando con asuntos de vida o muerte.
Y debemos entender esto a cabalidad, estamos tratando con los asuntos más serios de la vida no hay lugar para ligerezas los hijos de Abraham deben hacer lo que Abraham hacía, todo aquel que es de Dios presta atención a las instrucciones de Dios.
Melquisedec fue el sacerdote que recibió los diezmos de Abraham ¿Fue El un sacerdote establecido bajo la ley de Moisés? Absolutamente No.
El sacerdocio levítico (de la ley), estaba en el seno de Abraham y por consiguiente era subordinado al sacerdocio de Melquisedec.
¿Se originaron los diezmos bajo la ley de Moisés? Claro que No.
La ley de Moisés solamente podía poner en práctica el principio del diezmo que ya había sido establecido por Abraham.
La ley y el sacerdocio levítico siempre estuvieron subordinados al sacerdocio de Melquisedec.
¿Quién es Melquisedec?
Melquisedec (Rey de justicia). Personaje misterioso del que poco habla la Biblia y mucho la tradición.
Hay diversas opiniones acerca de quién era Melquisedec.
Aparece de repente como el rey de Salem:
En este pasaje bíblico que leímos Melquisedec salió para recibir al patriarca con pan y vino, le bendijo y recibió sus diezmos.
Años después, un salmista aclama a un rey davídico como un sacerdote perpetuo según el orden de Melquisedec.
Recordando así que David había conquistado a Jerusalén (ca. 1000 a.C.) y, por tanto, heredado la dinastía de reyes-sacerdotes iniciada por Melquisedec.
Jesús identifica a este rey aclamado como el Mesías
A la luz de estos pasajes la carta a los Hebreos desarrolla el tema del sacerdocio de Jesucristo.
En Hebreos 7:1–19 la figura de Melquisedec es prominente; de su brusca aparición y desaparición.
En Génesis se concluye que su sacerdocio es «viviente» o eterno.
Melquisedec es un tipo de Jesucristo, por consiguiente, su sacerdocio es superior al de Aarón y el levítico, cuyos sacerdotes son mortales.
¿Está todavía en vigencia el sacerdocio de Melquisedec bajo la gracia? ¿Qué dice la Biblia?
Las Escrituras dan testimonio propicio de que el sacerdocio de Melquisedec es interminable.
También nos dice quién es el sumo sacerdote de este sacerdocio interminable, nada menos que Nuestro Señor Jesús.
Ahora puede apreciar que terrible error es el decir que el diezmo inicio bajo la ley y termino bajo la ley, ese error lleva la intención de negarnos el entendimiento del maravilloso sacerdocio de Jesús e impedir que le adoremos a Él con nuestros diezmos.
El diezmo fue primero que la ley es por eso que la ley lo tuvo que incorporar.
También lleva la intención de tergiversar los únicos pasajes descritos para entregar nuestras posesiones materiales bajo el señorío de Jesús.
El sacerdocio de Jesús en el orden de Melquisedec es otra rectificación bíblica al error de que el diezmo no es necesario.
El pacto de la promesa de Abraham fue dado más de 4 siglos antes de la ley de Moisés y, fue escrito como ejemplo de que El entregaba sus diezmos.
El Apóstol Pablo observó:
La ley de Moisés no originó el diezmo y no tiene el poder para anularlo, la ley acogió este principio como lo hizo con muchos otros que no podía abrogar.
El diezmar fue enseñado por medio del ejemplo de Abraham, el Padre de los judíos y de los cristianos.
Resulta interesante que todos los creyentes hoy en día desean reclamar la bendición de Abraham, pero no quieren seguir su ejemplo por lo tanto ellos mismos se privan de uno de los principios en los cuales se basa su bendición abundante que es el diezmar.
Dios hablo luego sobre una maldición que vendría sobre el que es ladrón para con Él, una maldición que el enviaría a toda la nación:
Dios declaro que la nación entera era maldecida por haberle robado los diezmos y las ofrendas.
Hay mucha evidencia de esa maldición. Israel, como nación, estaba siendo esparcida empezando con los sacerdotes irreverentes, una plaga de divorcio, hombres de negocios corruptos, adoradores engañosos y blasfemadores descarados, la estructura de la sociedad estaba siendo desecha.
Israel tenía muchas similitudes a nuestro siglo, podemos ver claramente que las bendiciones de los Estados Unidos están volviéndose en maldiciones, pero Dios es muy bondadoso y misericordioso, su juicio conllevaba a darles una oportunidad para que vieran el producto de sus caminos pecaminosos y, motivarles a que regresaran a Él.
Ellos habían empezado hacer la pregunta ¿En qué sentido tenemos que volvernos?
El pueblo de Israel tenía la necesidad de hacer muchos cambios, pero necesitaban un punto de partida para esa reforma espiritual. Dios les dio ese punto de partida.
La reforma financiera es un buen punto de partida para la reforma espiritual del ladrón reincidente.
Dios es poco tolerante con la evasión de los diezmos. Él lo llama robo, e incluso va más allá en decir que es un robo a El mismo.
Es difícil imaginar que un criminal lo suficientemente inteligente intente robar a alguien más poderoso que El, sobre todo si su oportunidad de escapar es absolutamente imposible.
Dios tiene todo el poder. Dios tiene todo el conocimiento. Nadie puede escaparse de Él; con todo, muchos de los que dicen llamarse sus hijos intentan robarle cada semana.
Robar a alguien es denigrar a esa persona, es mostrar falta de respeto y deshonor.
Dios les pregunta a todos aquellos que lo desprecian ¿Dónde está el honor que merezco?
Algunos ladrones de bancos se escapan temporalmente, pero no hay nadie que pueda escaparse cuando le ha robado a Dios.
Posiblemente no hay ningún maestro de la Biblia que le enseñe que usted puede ser un cristiano ladrón.
Incluso los que están inseguros sobre los diezmos no aprueban el robo. Dios dijo que es exactamente un robo cuando no le traemos los diezmos.
Dios quiere que disfrutemos el hecho de que todas nuestras necesidades sean suplidas. Dios quiere que sepamos que Él puede y está dispuesto a proveer para nosotros.
Dios quiere que seamos libres de cualquier atadura a las cosas materiales.
Dios quiere que conozcamos la libertad de entregarlo todo al señorío de Jesús, de manera que dice pruébenme traigan sus diezmos.
Jesús nos informa que el ladrón (Satanás) solo viene a robar matar y destruir,
Cuando somos desobedientes con Dios, le damos la oportunidad al enemigo de venir contra nosotros.
Cuando le robamos a Dios, nos colocamos bajo la influencia de Satanás y nos sujetamos a él, debido a nuestras propias acciones.
El problema es de grandes dimensiones. Dios nos creó con un gran propósito y llamado.
Debemos disfrutar ese regalo que nos hizo al entregarse a sí mismo para que estableciéramos una bella relación, debemos rechazar todo lo que corrompe o destruye esta maravillosa relación.
Satanás aprendido que el hombre pecaminoso es inseguro.
Cuando el hombre rompió su relación con Dios empezó a buscar seguridad en las cosas materiales.
Satanás constantemente agita esa inseguridad y ofrece el materialismo como respuesta a nuestras necesidades.
Si mordemos el anzuelo la victoria es de Satanás entonces empezamos a pasar a la esclavitud.
Cuando el corazón del hombre está en las posesiones materiales, eventualmente este hombre llega a ser poseído por las mismas, deja de ser el mayordomo fiel que honra a Dios con su obediencia y que glorifica a Dios con su libertad.
Inconscientemente, el hombre se vuelve un adorador de Satanás en lugar de adorar al Dios divino.
El valor del dinero está siendo devorado, Satanás espera que la inflación produzca tal temor en el corazón de los creyentes para que ellos dejen de apoyar monetariamente a la obra de la iglesia.
Pero, nuestra mayor defensa contra la inflación es entregar nuestros diezmos entonces tendremos el derecho de reclamar la promesa de Dios para que reprenda al devorador por causa nuestra.
No importa como Satanás venga en contra nuestra y en contra de nuestros recursos, necesitamos equiparnos para derrotarlo, podemos diezmar y podemos orar.
Nuestra obediencia en el diezmo le da el poder de la palabra de Dios a nuestra oración.
La desobediencia siempre limita el poder de la oración y nos hace vulnerables al enemigo.